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Paz y justicia transfronteriza: la única vía para cuidar la vida de México y Estados Unidos
A la ciudadanía de México y Estados Unidos,
A los pueblos organizados por la paz en la región,
A los medios de comunicación,
En conmemoración del Día Binacional por la Paz y la Justicia, personas afrodescendientes, indígenas, víctimas de la violencia y personas migrantes de México y Estados Unidos, parte del Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia, denunciamos el crecimiento descontrolado de la guerra en Palestina, así como de la violencia armada y sistémica en nuestra amada región.
Nosotros y nosotras decimos que no es posible seguir viviendo bajo el ataque; seguir viendo a nuestras comunidades migrantes vivir en el terror de ser perseguidos, encarcelados y deportados; seguir viendo morir asesinadas a personas defensoras de derechos humanos y del territorio como Marco Suástegui en México.
No es posible que el Gobierno de Estados Unidos use los recursos públicos para atacar, detener y encarcelar de forma violenta e ilegal a migrantes trabajadores y a estudiantes, profesores, organizaciones, universidades y profesionistas que se oponen a la violencia en su país, al genocidio perpetrado por Estados Unidos en Gaza y al absurdo de una guerra con Irán.
Una realidad con historia y responsables
Y esta realidad tiene historia y tiene responsables que desde nuestro Movimiento hemos denunciado desde nuestra fundación:
Las agresiones actuales en contra de la sociedad civil, personas defensoras de Derechos Humanos y territorios, académicos y periodistas, así como la proliferación de las armas en manos de organizaciones criminales, antiinmigrantes y supremacistas en México y Estados Unidos, son crisis que tienen su origen en la larga historia de violencia de parte de gobiernos y corporaciones en México y en Estados Unidos contra los pueblos afrodescendientes, indígenas, migrantes y sobre los familiares de personas desaparecidas y asesinadas.
Históricamente estas comunidades hemos denunciado la violencia armada y avisamos que la violencia contra uno será con el tiempo violencia contra todxs. Hoy las armas y su imperio de terror están por todos lados.
El Gobierno de los Estados Unidos llegó al poder bajo la promesa de terminar con el neoliberalismo y las guerras. Su gobierno traicionó a la sociedad que lo eligió y ha impuesto un régimen autoritario de terror y guerra contra su población no blanca, contra México y contra Palestina. Donald Trump es y será responsable histórico.
En México, el Gobierno ha logrado detener la racha de opresión, desigualdad e injusticia de 30 años de neoliberalismo e impulsar pendientes de la agenda de justicia histórica, pero lejos de detener la violencia, esta se agrava y mantiene control de muchas partes del país, aterrorizando y desapareciendo. Además, los procesos pendientes de justicia para las familias de personas desaparecidas y para muchas comunidades bajo ataque están muy lejos de cerrar. El Estado Mexicano es y será responsable histórico.
Demandas
Por ello, los grupos, organizaciones, comunidades y liderazgos parte de esta conmemoración, demandamos:
- El rechazo de la guerra en Gaza, en Irán y alrededor del mundo,
- El cese a los ataques contra las comunidades migrantes,
- La protección de las personas defensoras,
- La protección de los derechos humanos,
- La defensa del debido proceso,
- La justicia para las víctimas de la violencia.
Así mismo, estamos convencidas de que un nuevo paradigma de paz y justicia aún es posible y es la única vía para proteger el futuro. Por ello, hacemos un llamado urgente a los Gobiernos de México y Estados Unidos para implementar las 10 demandas de la Agenda Binacional por la Paz y la Justicia que proponemos, producto de un amplio diálogo y consenso binacional:
- Un mecanismo binacional para transparentar y controlar la venta y el tráfico de armas en la región.
- Una mesa de trabajo binacional para la desmilitarización responsable.
- Impulsar el diálogo regional en Política de Drogas y una Campaña Binacional para cambiar el paradigma punitivista sobre las drogas.
- Un organismo binacional con participación de sociedad civil para el monitoreo de Derechos Humanos, con mecanismos de acceso a la verdad, búsqueda de desaparecidos, justicia y honor para las víctimas.
- Una campaña binacional de búsqueda de personas desaparecidas.
- Una iniciativa binacional de cambio cultural y educativo para desmontar la discriminación, el racismo y promover la educación para la paz.
- Una mesa de trabajo regional para la implementación de la ciudadanía latinoamericana y caribeña y una reforma migratoria y laboral en los Estados Unidos.
- Una mesa de trabajo binacional con participación de Latinoamérica para atacar el hambre, la violencia y la devastación ambiental que están en la raíz de la migración y el desplazamiento forzado.
- Crear un fondo y mecanismos binacionales para compensar pérdidas y daños ambientales, así como para imponer moratorias en los acuerdos comerciales cuando tengan impactos negativos en el medio ambiente y en la vida de trabajadores y trabajadoras.
- Implementar acuerdos legislativos en México y Estados Unidos para detener la explotación corporativa de recursos naturales, reconocer las autonomías de los territorios indígenas, prohibir el extractivismo en sus tierras y permitir la movilidad regional.
¡Alto a la guerra!
¡Alto a las Armas de Estados Unidos!
¡No a la agenda de odio del gobierno de Estados Unidos!
¡Sí a la vida y a los derechos humanos!
¡No a las políticas punitivas que priorizan la militarización o la criminalización para resolver la violencia en la región!
¡Sí a un acuerdo binacional de Derechos Humanos!
Con dignidad y esperanza,
¡Ignorados, nunca más!
Movimiento de los Pueblos por la Paz y la Justicia
Cross-Border Peace and Justice: The Only Path to Protect the Lives of People in Mexico and the United States
To the citizens of Mexico and the United States,
To the communities organizing for peace across the region,
To the media:
On this Binational Day for Peace and Justice, Afro-descendant communities, Indigenous peoples, victims of violence, and migrants from Mexico and the United States—members of the Movement of the Peoples for Peace and Justice (PMPJ)—denounce the ongoing genocide in Palestine and the relentless advance of armed and systemic violence throughout our beloved region.
We declare: We can no longer live under siege.
We refuse to continue watching our migrant communities survive in constant fear of persecution, imprisonment, and deportation.
We refuse to watch, again and again, the murder of land and human rights defenders—like Marco Suástegui in Mexico—with impunity.
It is unacceptable that the United States government continues to use public funds to violently and illegally target, detain, and imprison migrant workers, students, educators, professionals, universities, and organizations—people and institutions who stand against violence in their country, against the genocide in Gaza, and against the grotesque prospect of war with Iran.
A Reality with Deep Roots and Clear Responsibility
This is not a new crisis—it has history, and it has perpetrators. And we have named them since the day this Movement began.
The current wave of assaults on civil society, human rights and land defenders, academics, and journalists—as well as the rampant spread of weapons into the hands of criminal, anti-immigrant, and white supremacist groups in Mexico and the U.S.—are not isolated tragedies. They are the direct result of a long and violent legacy built by governments and corporations in both countries, a legacy forged against Afro-descendant, Indigenous, and migrant peoples, and against the families of the disappeared and murdered.
For generations, these communities have sounded the alarm on armed violence. We’ve warned: violence against one will always become violence against all.
Today, weapons are everywhere. And the empire of terror they uphold has metastasized.
The U.S. government came to power pledging to end neoliberalism and forever wars. Instead, it betrayed the very people who placed their hopes in that promise, imposing an authoritarian regime of terror and militarism—against its non-white population, against Mexico, and against Palestine.
Donald Trump is and will remain a historical perpetrator.
In Mexico, the current government has succeeded in interrupting the cycle of oppression, inequality, and injustice born of 30 years of neoliberal rule. It has made progress on key elements of the historical justice agenda. But the violence has not ended—it has intensified. Large swaths of the country remain under the grip of terror and enforced disappearance. The search for justice—for families of the disappeared, for communities under siege—remains painfully unfinished.
The Mexican State is and will remain historically responsible.
Our Demands
For all these reasons, the groups, organizations, communities, and leaders who come together for this commemoration demand:
- Rejection of war on Gaza, Iran, and across the globe,
- An end to attacks on migrant communities,
- Protection for human rights and land defenders,
- Protection and fulfillment of all human rights,
- The upholding of due process,
- Justice for the victims of violence.
We affirm our belief that a new paradigm rooted in peace and justice is not only possible—it is urgent. It is the only path forward if we are to protect the future of our peoples. That is why we issue this urgent call to the governments of Mexico and the United States to implement the following 10 demands of the Binational Agenda for Peace and Justice, the result of a wide-reaching process of dialogue and consensus:
The 10 Demands of the Binational Agenda for Peace and Justice
- Establish a binational mechanism to ensure transparency and control over the sale and trafficking of weapons throughout the region.
- Create a binational working group for the responsible demilitarization of public security, with active participation from civil society and human rights organizations.
- Promote regional dialogue on drug policy and launch a Binational Campaign to replace punitive approaches with a new paradigm centered on life, rights, and health.
- Establish a binational human rights monitoring body with civil society participation, and with mechanisms for truth, justice, the search for the disappeared, and the honoring of victims.
- Launch a binational campaign to search for missing persons.
- Develop a binational cultural and educational initiative to dismantle racism and discrimination, and to promote peace education.
- Convene a regional working group to implement Latin American and Caribbean citizenship and advocate for migration and labor reform in the United States.
- Form a binational working group with Latin American participation to address the hunger, violence, and ecological devastation at the root of forced migration and displacement.
- Create a binational fund and mechanisms to compensate for environmental loss and damage, and to enforce moratoriums on trade agreements that harm ecosystems and workers’ lives.
- Pass legislative agreements in Mexico and the United States to end corporate exploitation of natural resources, recognize Indigenous territorial autonomy, ban extractivism on their lands, and allow for regional mobility.
Stop the war!
Stop U.S. weapons!
No to the hate agenda of the U.S. government!
Yes to life and human rights!
No to punitive policies that prioritize militarization and criminalization as solutions to regional violence!
Yes to a binational human rights agreement!
With dignity and hope,
Never ignored again!
Movement of the Peoples for Peace and Justice